Llegamos a esta parte del viaje como niños ilusionados, tenía ganas de ver el castillo, el lago donde nos contarían la leyenda del amor de Merlín por Viviane. Luego caminaríamos hasta la fuente de la eterna juventud, aunque en el Balneario de Boi, Lérida, hay una fuente de se puede calificar de ello, te lavas la cara con su agua y te hace un lifting, incluso te desaparecen las ojeras. Pero volvamos a Bretaña, y veríamos la tumba de Merlín o donde lo atrapó Viviane para toda la eternidad.
El castillo de Comper
Esta al norte del bosque de Brocéliande, se construyó en el siglo IX como el hogar de Salomón, rey de Bretaña. Era una fortaleza estratégica y fue escenario de multitud de combates y batallas, por poseerla. Según la leyenda, bajo las aguas del lago que está en el interior de la fortaleza Merlín construyó un palacio de cristal para su amor, Viviane, para que cuando llegara la noche todos los árboles, pájaros exóticos o flores que él le materializaba durante el día, no le desapareciera al llegar la noche.
“Viviane vivía atrapada sin poder irse del bosque porque sus hermanas las hadas habían presagiado para ella que un día encontraría en el bosque el hombre mas sabio que hubiera existido jamás, y ese hombre estaba en su destino.
Merlín que había transformado su aspecto de anciano en un joven apuesto, para acercarse a ella escucho su triste historia, y como solo podía conocer el mundo exterior a través de lo que le contaban los viajeros que entraban en el bosque. Quedó prendado de sus bellos ojos, su dulzura y al anochecer decidió desvelarle que él era Merlín mostrándole su aspecto real.
Ella lo esperó pacientemente cada día y cada día le enseñaba algo de la magia antigua qué ella aprendía rápidamente. Le mostraba lugares lejanos, le traía arboles de otras tierras, pero por la noche todo se desvanecía, así que un día le construyó un castillo de cristal que se sumergía por la noche en el lago y salía al amanecer a la superficie.
Ella insistía en aprender el conjuro que ataba un hombre para siempre a un lugar sin que pudiera escaparse, era un conjuro con nueve partes, Merlín se dio cuenta del terrible destino que le esperaba, pero fue enseñándole cada uno de los nueve conjuros, hasta que un atardecer ella le adormeció con su voz susurrante, y cuando él pudo reaccionar ya era tarde había quedado atrapado en el conjuro y ella podía ser libre del destino que le habían obligado a vivir”.
Cuando entras en el castillo tienes la sensación de entrar en una feria medieval, todo está pensado para la diversión de mayores y niños. Fuimos al cuentacuentos junto al árbol del lago y luego hicimos la visita del castillo, donde la simbología artúrica, las ropas y utensilios de Merlín estaban representados. Maniquís reconstruyen momentos históricos de las leyendas artúricas, así como de la historia de Morgana, Viviane y el propio Merlín.
La mesa redonda y sus caballeros, con sus escudos y armas, incluso la espada Excalibur clavada en la piedra frente a un Arturo niño.
La librería es una autentica maravilla, me compré un montón de libros en francés sobre cazadores de dragones, dragones y leyendas de dragones. Ya sabéis que en la trilogía de “Vientos” son protagonistas, y una parte significativa de la propia historia.
Todo lo que describo sobre su anatomía, costumbres y cuidados, lo saqué de un libro heredado y restaurado de la biblioteca de mi abuela. Es un tratado antiguo sobre ellos. Así que mi esposo, cuando vio un libro muy especial sobre dragones y que además les daba los mismos nombres que yo, lo cogió, pues solo quedaba uno, como un tesoro bajo el brazo (es grande el libro).
Le dije que era igual, que lo dejara, que era muy caro, y Merlín habría respondido como él lo hizo. Me dijo: “pamplinas, te lo mereces”, marchándose con el libro bajo el brazo a la caja a la espera de que fuera con los otros que ya había escogido.
Salimos de allí en dirección al aparcamiento que te lleva a la tumba y a la fuente.
Nos cuentan que el Agua de “la fuente de la eterna juventud” fue testigo del romance entre el hada Viviane y el mayor consejero del rey Arturo, el Mago Merlín. En el cauce cristalino sellaron su amor y bebieron conjurando una vida infinita juntos.
Dicen en esta otra leyenda que su deseo se cumplió, pues las dos piedras donde los creyentes de Merlín aun colocan ofrendas pidiendo un poquito de su magia señala el túmulo bajo el que durmieron en eterno abrazo para siempre.
Como soy una romántica empedernida y me gustan las historias con final feliz prefiero esta, al final son leyendas….
La fuente estaba seca, demasiado calor, allí también estaban sufriendo olas de calor y falta de lluvia. Así que la eterna juventud será otro día.
En la Tumba de Merlín había un montón de ofrendas y báculos de madera. Una guía turística inglesa les contaba la historia del lugar, y luego les dijo que hicieran uno a uno una petición, eran un montón de personas.
Nos esperamos en respetuosa actitud hacía ellos, como me gustaría que me lo hicieran a mí, y luego estuvimos observando y sintiendo el lugar en silencio. La verdad es que las personas veneraban el lugar como en una iglesia la reliquia de un santo. Me pareció bonito. Al fin y al cabo, son nuestras historias ancestrales, que enseñaban valores y a intentar hacer el bien a los otros. Los valores de la caballería: lealtad, palabra, honor, auxilio al desvalido o necesitado, y el respeto por la naturaleza, es una bonita filosofía.
Necesitaba darle las gracias a Merlín y a todos esos personajes históricos que han constituido mi filosofía de vida y mis valores, Todos ellos y ellas han sido figuras que han pregonado la paz, la negociación y el acuerdo, el amor y la bondad, la solidaridad y la igualdad, y eso hice en este viaje. Pues todos mis libros están impregnados de todos ellos:
Merlín, Gandhi, Montessori, Mandela, Rigoberta Menchú, Dalai Lama, Bob Marley, Jane Addams, Teresa de Calcuta, Betty Williams, …
Espero que el viaje a Brocéliande os aporte la misma ilusión que generó en mí.
Helen Flix
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