El Bosque de Brocéliande en la Bretaña. Diario de un viaje, Segunda Parte

Después de disfrutar de la actividad interactiva en la Puerta de los secretos, paseamos por su librería y tienda de recuerdos, vemos que hay una exposición de pintura de artistas de la zona sobre las leyendas de la zona.

De ahí partimos con muchos libros que dejamos en el maletero del coche hacia la Iglesia del Santo Grial, que se encuentra en el bosque de la Abadía de Paimpont, rodeada del mítico bosque, un extenso hayedo-robledal de 7000 hectáreas, frondoso y apacible, cuajado de historias que sus habitantes han ido tejiendo con la tradición oral de abuelos a nietos desde la Edad Media, cuando la masa boscosa era temible y tenebrosa.

El sendero es amplio y brilla el sol, vaya que a pesar de que es primera hora de la mañana ya hace mucho calor, el camino principal al lado de otra casa de información turística, pasa cerca del megalito que señala la casa del hada Viviane.

La iglesia es pequeña y no puedo evitar pensar en la Iglesia de Rennes le Château que visitamos cuando preparaba el Thriller “En nombre de Dios” y nos recorrimos la zona cátara en el sur de Francia.

La Iglesia fue construida en el siglo XII en el pueblo de Tréhorenteuc, en honor a la Santa Onenne, hija de un rey. Pero lo que cambió su historia fue la llegada en 1942 del Abad Gillard, que fue nombrado rector de esa iglesia. El pueblo había abandonado la fe, y él creía que todas las creencias confluían, así que durante 12 años estuvo financiando la reestructuración de la iglesia usando las antiguas leyendas de la zona. Toda ella es una alegoría a Arturo, los caballeros de la mesa redonda y evidentemente al Santo Grial.

Tuvimos la suerte de estar un tiempo solos en la capilla, disfrutando de la sensación y pudiendo curiosear cómodamente.

Luego partimos caminando hacia el feudo de Morgana, pobre personaje, vivió a la sombra de Merlín, sufrió celos de Arturo su medio hermano, y quedó ensombrecida por Nimué cuando Merlín desapareció misteriosamente…… del lado de Arturo, pues ella como Viviane se convirtió en su asesora, solo estuvieron juntas, sin rencores en el entierro de Arturo.

Mientras nos dirigíamos hacía El Valle sin retorno nos encontramos de frente, y junto a un bello estanque de las hadas que atraen hacía ellas a los incautos ¿con que fin? ¿Ahogarlos o seducirlos?, el Árbol de Oro. Estamos en la frontera en donde comienza el Valle prohibido.

Las tierras pantanosas habitadas por la malvada Fatta Morgana. Se cuenta que aún perdura su maldición. Nunca perdonó la traición de su amante, con Merlín desaparecido, el sueño artúrico finalizado, se retiró al Bosque donde esperaba poder encontrar al Mago, ahí se enamoró y creyó en las palabras de su amante, pero descubrió que la engañaba con otras mujeres. Lo maldijo y maldijo el lugar. Así que en sus senderos de árboles secos y lodo andan perdidos los amantes infieles que un día juraron amor eterno cegados por la pasión momentánea y, más tarde, traicionaron a su amada faltando a su palabra.

¡Ah! No funciona el Google maps en el bosque, ni tampoco hay cobertura ……

La verdad es que nos perdimos un rato por allí dentro Luis y Yo, buscando la casa de Viviane, pero para nuestra tranquilidad más de uno, de una y su perro se perdieron, así que decidimos centrarnos, escuchar las hojas de los árboles, el agua en movimiento y nos pudimos orientar de nuevo y regresamos.

Muy acalorados nos sentamos en uno de los bares de la zona y comimos para reponer fuerzas, antes de desplazarnos unos kilómetros en el coche hasta el siguiente parquin, para tomar contacto con los seres más antiguos del bosque.

Pues ir a presentar mis respetos al Roble de Hindrés iba a ser un circuito a pie de 4km. Hemos de ser conscientes de que junto a algunos menhires y dólmenes, los seres más ancianos de este bosque son los árboles centenarios que se alzan con sus copas gigantescas a muchos metros del suelo. El Roble de Guillotin y el roble de los Hindrés son verdaderas joyas, sagrados ya en la cultura celta, el de Hindrés es impresionante, la zona esta rotulada con carteles que señalan la ubicación de este.

Hay que caminar en silencio, como cuando entramos en un lugar sagrado o en una iglesia, ya que eso fue antaño cuando el ser humano estaba conectado con la naturaleza, si escucháis da la sensación del que el bosque habla en susurros.

Al día siguiente el plato fuerte, el castillo de Comper, la fuente de la eterna juventud o fuente de Viviane y la tumba de Merlín.

Helen Flix