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Vivir una Navidad con consciencia y cuidando del planeta.

A no ser que seas del bando de los “grinch” seguramente considerarás la Navidad una de las épocas más bonitas del año, vacaciones, encuentros y regalos.

 Si te lo propones, esta navidad puedes promover entre tu familia y amigos un estilo diferente de celebración. Si crees que lo importante es compartir y pasar tiempo juntos, apuesta por un cambio de hábitos y haz que sea un momento todavía más singular.

Tal vez has estado todo año concienciándote sobre la necesidad de un consumo responsable, no lo dejes de lado ahora. 

Te sugiero algunas ideas para conseguir tu objetivo de sostenibilidad para este año y como no, un pequeño tip para evitar las rabietas en los pequeños por un exceso de estímulos y regalos.


Ideas para una Navidad sostenible


— Decora con elementos naturales y reutilizables

Los árboles naturales son mucho más bonitos que los artificiales, pero antes de comprar uno piensa en qué harás con él una vez que acabe la navidad. Aunque muchas ONG's y parques reciben árboles los días posteriores, la situación del planeta no está como para darnos esta clase de caprichos. Si no tienes donde plantarlo no lo compres.

La tradición de utilizar un árbol natural para adornar nuestras casas supone la sentencia de muerte de millones de arbolitos que no superan las fechas navideñas. La substitución por un árbol de Navidad artificial, de plástico, tampoco es la solución, ya que cada árbol de PVC alcanza los 40Kg de CO2.

El primer consejo para disfrutar de unas Navidades Sostenibles es optar por decorar tu casa con elementos más respetuosos y sostenibles en Navidad. Sólo hace falta un poco de creatividad e imaginación.

Otros materiales muy versátiles son los recursos naturales que podamos encontrar en nuestro entorno como las piñas, plantas aromáticas, pequeñas ramitas, secar flores, deshidratar cítricos, etc. con los que podemos crear el árbol de navidad, coronas de navidad, centros de mesa, entre otros muchos.

Podemos hacer nuestros propios adornos utilizando materiales que ya tengamos en casa como periódicos, cajas viejas, rollos de papel de cocina, rollos de papel de WC, latas de conservas, etc. con los que podemos elaborar bonitos Calendarios de Adviento, adornos para el árbol y otras decoraciones.

Y evidentemente reutilizar las que tengamos de otros años, incluso las podemos customizar dándoles un aire nuevo. A los niños les encantará.


—Modales en la mesa

Evita los manteles y servilletas de un solo uso. En su lugar, utiliza versiones de materiales que tengan un ciclo de vida más largo que sus equivalentes en papel ¿Manchas en los manteles de tela? ¡No hay problema! Lavar a temperaturas más bajas ayudará a reducir su huella ambiental.




No hagas de la navidad una comida eterna. Planifica las comidas con cabeza. A todos nos encantan los menús de Navidad, pero a veces se nos van de las manos.

Cuanto más comedida seas con la cantidad que prepares menos echarás a la basura. Reduce el desperdicio de alimentos. Procura hacer una lista con los distintos platos que vas a hacer y no te pases con las cantidades. Si vas a preparar platos especiales, opta por aquellas marcas que tienen una idea clara sobre como preservar el medio ambiente. Aprovecha para cocinar productos de temporada y juega con la creatividad para sorprender a tu familia. 

Intenta hacer las compras con antelación para poder elegir mejor género y con más tranquilidad. Esto hará que no compres de más por temor a quedarte sin o por si acaso. Productos como los langostinos tropicales ocasionan un impacto importante en el medioambiente. Cuanto más informado llegues a hacer la compra más cuidadoso serás sobre lo que estás comprando.

Apostar por el producto local y de temporada, reducir un poco el consumo de carne, comprar a granel y sin residuos, ajustar las cantidades de los comensales para que no sobre demasiada cantidad, utilizar vajilla reutilizable y finalmente aprovechar las sobras (que esto es el origen de los tradicionales canelones de toda la vida).

Haz que tu cesta de la compra sea más sostenible comprando productos de temporada y de producción local. Si lo haces, reduces la energía gastada en el cultivo de alimentos fuera de temporada o en el envío de alimentos a España. Apoya a los agricultores consumiendo alimentos propios de las estaciones.


—Olvídate del usar y tirar

¡En una Navidad sostenible se reutiliza y se recicla!

En estas fechas los residuos aumentan en gran cantidad y se producen muchos otros como los envoltorios de los regalos.

Recibir un regalo va más allá de un simple objeto, es una muestra de cariño por parte del que la hace y es una sorpresa por parte de quien la recibe. Lo que hay dentro del envoltorio es el regalo en sí, pero la experiencia empieza ya cuando recibes el regalo envuelto. El envoltorio es lo primero que entra por los ojos, por lo que cuanto más atractivo, mejor serán las sensaciones.

Por eso, el arte de envolver regalos es una manera de decir «te quiero» o «he pensado en ti». Aunque, para que sea bonito, el envoltorio no tiene por qué ser desechable y acabar en una papelera generando residuos innecesarios. Puede ser parte del regalo en si o aprovechado de otros materiales o regalos anteriores.

 

—Manda postales de Navidad

En la era digital no hay nada más entrañable que recibir una postal de Navidad hecha a mano. ¿Has recibido alguna postal de Navidad en los últimos años?¡Hace una ilusión tremenda!


—Regalos

Ahora entramos en el apartado más comprometido de todos.

Es el momento de regalar con sentido y con consciencia. Lo mismo, pero mejor. Piensa en regalos que sean útiles, que duren en el tiempo, que sean saludables y que no generen residuos. Hoy en día hay muchísimas alternativas para una vida Zero waste y sin tóxicos con lo que es muy fácil encontrar lo que buscas, pero en la versión sin plástico y sostenible.

Asegúrate de que los obsequios de madera y papel estén certificados. Evita artículos de plástico individuales que no se puedan reciclar y busca alimentos y ropa con certificación orgánica. Comprar artículos de segunda mano ahorra los recursos necesarios para fabricar nuevos productos. La ropa vintage y los muebles para el hogar, y la tecnología pueden ser excelentes regalos sostenibles.

Regalar una experiencia a tus seres queridos reducirá la demanda de recursos físicos. El mejor regalo es el que te hace sentir, el que emociona. Y no siempre tiene porqué ser con una cosa material. Reúne a la familia y amigos regalando tu tiempo o una experiencia comprada previamente. Hay muchas opciones para elegir que reducirán tu huella navideña.

Puedes comprar entradas para espectáculos, conciertos o eventos, una cata de vinos o un día de relax. Pero existen otras más sorprendentes y originales como un viaje en globonadar entre atunes, una cabaña en los árboles, un baño de bosque, un retiro de fotografía, un taller de cerámica, un taller de pintura, y no acabaría de sugeriros cosas que yo hago con mis hijos y nietos.

Pero una de las mejores experiencias es que el regalo sea hacer alguna cosa juntos con la persona o las personas a las que se dirige el regalo.

Y si lo tuyo es la cocina, regalar conservas en botes bonitos, aceites aromatizados, o popurrí de Navidad siempre es una alternativa preciosa y muy sostenible.


—Regalos de productores locales

Todos compramos mucho más en esta época que en el resto del año. Pero podemos hacerlo con talento y de forma más sostenible.

Es un buen momento, si aún no lo has hecho, de apostar por los creadores de tu ciudad. Los productos artesanales son especiales por su confección y fabricación y por la capacidad de transmitir algo más que lo material. De esta manera estarás ayudando a un pequeño emprendedor y creando un detalle personalizado, pensado solamente para quien lo recibirá. Sí compras a negocios locales y sostenibles puedes contribuir a mejorar los comercios de tu zona, a activar la economía local y a dinamizar tu entorno. Ahora más que nunca comprar a pequeños (también on-line) es una manera estupenda de contribuir a enriquecer a los más pequeños. Verás cómo te atienden con cariño y te ayudan a encontrar todo lo que necesitas.


—Dona Juguetes

Navidad Sostenible también significa COMPARTIR, no sólo con los seres queridos sino también con aquellos que tienen menos recursos.

Muchos niños no tienen acceso a los juguetes que les gustarían y existen muchas maneras de poder obsequiar juguetes (siempre en buen estado o nuevos) para ellos.

Hay muchas campañas solidarias de recogida de juguetes en cada pueblo y ciudad, si no es tu caso, existe el proyecto un “un deseo una ilusión” o “Reyes Magos de Verdad“ que haces de Rey Mago a un niñ@ que escribe una carta. Juegaterapia, que se ha centrado en la donación de consolas y videojuegos para niños que están hospitalizados.

 

—Regala tu tiempo y tu presencia

Probablemente en tu barrio están buscando voluntarios para preparar viandas o recoger juguetes para donarSi no lo están haciendo, es una buena oportunidad para que tomes la iniciativa y te comprometas a colaborar con los que menos tienen. Es una buena terapia contra la soledad no escogida o un buen ejemplo para nuestros hijos, pues les educamos con el ejemplo, y estas experiencias transmiten valores de solidaridad y empatía.

Muchos comedores sociales organizan días de puertas abiertas para las personas que quieren ayudar o están dispuesta a compartir tiempo con los demás.

 

Y por último como gestionar los regalos que reciben los más pequeños de la casa:

—Abriendo paquetes como si se tratara de una línea de producción y, en vez de sonrisas… ¡rabietas!

Sería excelente que nos anticipáramos al exceso de regalos, ya que, con los pequeños, menos, es más.

Pero ¿qué pasa si nos ha atrapado el “espíritu navideño” y hemos invadido la casa de regalos? o, ¿qué podemos hacer cuándo algún familiar le hace un regalo no adecuado a su edad o que no encaje con nuestros valores (por ejemplo: una pistola de juguete, ¿videojuegos de alto contenido violento…)?

No debemos olvidar que, como progenitores, nuestro cargo incluye filtrar ciertos contenidos que consideremos que no son beneficiosos para nuestros niños. Por tanto, debemos buscar una forma de guardarlos, devolverlos o darles un uso apropiado, mediante una constante comunicación – en los momentos adecuados – para que comprendan los motivos.

Entonces… ¿qué pasará si no le traen el regalo que más esperaba o todos los que pidió? 

Lo sano sería que no recibiera todos los que demanda, y para evitar la ansiedad o la frustración, de nuevo, sería aconsejable adelantarnos. 

Tenemos que hacernos expertos en preguntar y hacerles a ellos expertos en reflexionar.

Podemos ayudarlos cuando hagan lista de juguetes, acompañándolos en el proceso de elección de los que sean apropiados, prohibiendo pedir algunos (con explicaciones breves) y poniendo fronteras más o menos creativas, pero tratando de ser lo más realistas posibles. Podríamos, por ejemplo, decirles que a Papá Noel no le caben tantos regalos en el trineo o que sabe que no te va a dar tiempo a poder jugar con todos y sería mejor esperar al año que viene para pedir los demás. O que la fábrica de Papá Noel solo puede hacer un regalo por niño para poder repartirlo todo en una sola noche.

En estas fechas solemos alterar sus horarios de comida y de sueño, en general todas sus rutinas quedan modificadas, al tiempo que comparten con muchas personas y comidas a las que no están acostumbrados, por lo que lo mejor es entender que es un niño y ajustarnos al máximo a sus ritmos, tiempos, comidas y no permitir que le den muchos dulces o le estimulen en el momento de dormir la siesta o de acostarse.

Y para finalizar os deseo de todo corazón que estas Navidades sean más sostenibles, de calidad y sin estrés.

Un abrazo, Ho Ho Ho Feliz Navidad

Helen Flix

 
 
 

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